Ese algo del Film Noir
Un western es identificable por vaqueros que andan a
caballo en el oeste; en un musical la gente canta y baila; una película de
guerra muestra los desastres de la misma. Pero ¿y el cine negro? ¿Qué hace
peculiar a este género?
Bases del Noir
Lo vivido en la I Guerra Mundial dejo marcada a la
sociedad americana. The roaring 20’s
solo fueron una máscara cómoda para ocultar una dificultad existencial. Y el
cine de esta década es una muestra de ello. Lo importante era soñar y lo que se
deseaba era perderse, aunque sea un rato, entre falsas esperanzas. Pues si bien
es cierto que tras la Primera Guerra Mundial, los EEUU experimentaron un gran
crecimiento económico y una mayor permeabilidad social, también hubo un
incremento nunca antes visto en la criminalidad y la prostitución.
Así pues, el cine servía para olvidarse de la
realidad. Sobre todo, después del crack del 29, donde la crisis se vuelve,
además de existencial, económica. Durante los años de la Gran Depresión -momento
mismo donde el cine se abre al sonido- se crearon una gran cantidad de obras
cinematográficas con las que el mundo trató de expiar todos sus problemas y
olvidarse del panorama gris que vivía día con día. Durante la década de los
30’s hasta antes de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos produjo entre 450
y 500 películas al año.[1]
Prueba de que, aunque los pilares de una sociedad estuviesen derrumbándose,
mientras la producción cinematográfica continuara, a nadie le importaba la caida.
Audiencia para el estreno de Don Juan (1926) |
Así
que, a pesar de la crisis, Hollywood era the
place to be. Durante estas
dos décadas (los 20’s y los 30’s)
Hollywood actuó como anfitrión de un flujo de exiliados alemanes, suecos
y franceses. Por lo tanto, directores, técnicos y demás artistas extranjeros, se
integraron al sistema cinematográfico americano. Los estudios se adaptaron a
las nuevas formas y técnicas, se reforzaron del star system y todo esto desembocó en una explosión del cine de
género: Operetas, comedias y aventuras policíacas. Aunque fueron estas últimas,
las que dominaron las carteleras.
Las películas de gangsters
y criminales proliferaron al mismo tiempo que estos lo hacían en las calles.
Pero con la diferencia que en el filme no lograban su cometido y eran atrapados
por la justicia. Justo lo que el público anhelaba. Los estudios cinematográficos,
satisfacían el hambre de los espectadores que suplicaban perderse entre los entretelones
del glamour y la falacia Hollywoodense.
Ya para
1940 Estados Unidos parecía recuperado de la gran crisis económica que había
acarreado la caída de la bolsa, sin embargo el programa de reformas propuesto
por Roosevelt había perdido su impulso inicial y la corrupción y redes mafiosas
parecían apoderarse del país. Aunado a esto, la llegada de la Segunda Guerra
Mundial y su secuela de muerte, inquietud y temor, dejó en la sociedad
estadounidense un sentimiento de pesimismo y desesperanza. Justo al final de la
guerra, el cine americano se tornó mucho más sarcástico y se produjo un boom de
las películas de temática criminal.
La desilusión que muchos soldados, pequeños empresarios, amas de casa y empleadas de factoría sintieron al regresar a una economía en tiempo de paz fue reflejada sin rodeos por la sordidez del film urbano y de corte criminal.[2]
Se produjo entonces el resurgimiento del realismo.
Pues este movimiento se acomodaba a aquella atmósfera de posguerra. Ahora, el
deseo de los espectadores era de tener una visión de América más honesta y dura.
La hostilidad se dirige, con un nuevo rencor, hacia la propia sociedad
americana.
El Gabinete del Dr. Caligari (1920) |
Este
realismo, irónicamente, encontró en el expresionismo su mejor vía para desarrollarse.
Así pues, los toques oníricos, luces contrastadas, la gesticulación ostentosa
de los actores y por supuesto, las temáticas de angustia, todas características
propias del expresionismo alemán, llegaron bien recibidas a los estudios cinematográficos
y sobre todo al espectador. El deseo del público de querer ver en la pantalla
una realidad más honesta aunada al predominio del expresionismo alemán, afectaron
en gran medida el tipo de cine que se produjo en la década de los 40’s: un género
único y peculiar, al que se le conoce como film
noir.
Definir al Noir
No es fácil definir qué se entiende por
cine negro. El nombre fue otorgado por la crítica francesa en 1946, al contemplar
las películas americanas que no habían visto durante la guerra, y en las cuales
percibieron una atmósfera de cinismo, pesimismo y oscuridad. Esa oscuridad era
más evidente en los thrillers criminales y por eso las películas negras suelen
confundirse con meras películas policíacas, pero el cine noir es mucho más que eso.
Out of the Past (1947) |
Las películas de este género tienen un aire de
pesimismo fatalista y transcurren en círculos violentos y corruptos. En general
es entendido como la fusión de las películas de terror de los 30’s y el
subgénero policíaco, con influencias del cine de gangster. Sin embargo, sería erróneo creer que solo las películas
de criminales y gangsters son
consideradas noir, pero al mismo
tiempo sería ingenuo asegurar que existe una variedad en las temáticas o
arquetipos. El detective privado, la femme
fatale, el triángulo amoroso y los asesinatos, todos estos son un referente
para este género. Entonces ¿Cómo
diferenciarlo?
Su estética.
Una estética heredera del expresionismo alemán,
fusionada con la del cine de terror y de misterio de la época. En el cine negro
la iluminación es de poca intensidad, con nítidos claroscuros y fuentes luminosas
muy altas o muy bajas. Se utilizan como un juego, donde la luz representa el
bien y la oscuridad el mal, y ambas se contraponen. Asimismo, fue uno de los
géneros precursores en filmar en exteriores, esto era para dar realismo a la
historia, pues se prefería el paisaje urbano en ambientes nocturnos, lluviosos
y tupidos de neblina. Estas, y otras características estilísticas que
pudieran citarse, responden a una ideología y unas caracterizaciones
determinadas: angustia, desequilibrio psicológico, sociedad opresiva, sujetos
complicados y de conducta dudosa, fatalidad, pobreza material o moral o ambas,
etc., todo ello, muy enfatizado, con un tono de metáfora y hasta onírico,
propio del expresionismo.
Woman on the Run (1950) |
Pero además de técnicas estilísticas, el cine negro posee
técnicas narrativas muy particulares, entre ellas se encuentran: el flash back,
la voz en off y un lenguaje elíptico.
Esto, por supuesto, no es exclusivo de este género, pero se usaron tanto que resultan
referencias. Como resultado de este combate conceptual y formal, el
relato sufre diversas fisuras y quiebres dentro de sí. Al mismo tiempo que el
estilo sufre también una serie de desgarramiento internos que se traducen
exteriormente en encuadres forzados, inestabilidad de las líneas compositivas
dentro de los planos, iluminación de estos con un sentido casi siempre más
dramático que funcional.[3] El
resultado: la creación de un “malestar específico” sensación que da sentido y
define al género.
El malestar del Noir
Las películas noir
no tienen nada en común con las habituales cintas policiacas. Son, esencialmente,
relatos psicológicos donde la acción -violenta o acelerada- pasa a segundo
plano. La
violencia explícita casi nunca aparece en pantalla, lo que Lauro Zavala
denomina como una “Poética de la Sustitución”. En lugar de presentar gráficamente
la violencia física se construye un sistema de metáforas.[4]
Zavala
habla de un sistema de estrategias estéticas, que incluyen recursos como el desplazamiento espacial ósea, la
presencia de la violencia fuera de cuadro; desplazamiento
metonímico, mostrar un objeto que representa a la violencia en lugar de mostrar
un acto violento; una emblemática de la
sustitución, violencia recibida por los objetos en lugar de ser recibida
por el cuerpo y un cierre de secuencia seguido por un paréntesis emocional, lo cual ofrece al espectador un momento para
recuperarse de la secuencia violenta.[5]
The Postman Always Rings Twice (1946) |
Es posible ver esta poética y algunas de las
estrategias, en The Postman Always Rings
Twice (1946) de Tay Garnett, cuando Frank y Cora cometen el asesinato del
marido de esta última. Podemos ver primero la toma del marido gritando ante un
abismo, divirtiéndose con el eco que produce mientras se da una mirada de
complicidad entre los dos protagonistas. La cámara corta y la siguiente toma es
la mano de Frank tomando la botella. Seguimos oyendo al marido pero a nosotros lo
único que vemos son los zapatos de Frank. Entonces, se escucha el botellazo y en
la distancia el eco del último grito del marido. La cámara vuelve a cortar y
ahora solo escuchamos un silencio desconcertante mientras vemos a Cora atónita
observando el cadáver de su marido.
Lo que pudo haber sido una toma evidente de asesinato.
Se vuelve en todo un cuestionamiento moral de los personajes en una atmósfera
psicológica. Esto es el cine negro,
son estudios de carácter y cómo estos afectan directamente al espectador, pues
se ve reflejado y ¿quién quiere verse reflejado en este tipo de filme? El género,
trató de adentrarse en las zonas más oscuras del alma humana. Representando de
manera honesta el infierno que se vivía. El amor, la amistad, el respeto,
perdieron el valor de guías morales, el hombre vivía en un mundo oscuro y confuso,
y esto lo llevo a un estado de violencia permanente. El film noir expuso a una sociedad en
descomposición en una espiral en picada.
The Big Combo (1955) |
♛
Bibliografía
Sánchez Zapatero, Javier
y María Marcos Ramos, LA REPRESENTACIÓN
DE LA SOCIEDAD EN EL CINE NEGRO: ENRIQUE URBIZU Y LA CAJA 507, Universidad
de Salamanca,
Santamarina, Antonio,
El Cine Negro en 100 Películas, Alianza Editorial, Madrid, 2002
Schrader,Paul, APUNTES SOBRE EL FILM NOIR, REVISTA LATENTE,
2; febrero 2004, pp. 123-134.
Simsolo, Nöel, El
cine negro: Pesadillas verdaderas y falsas, Alianza Editorial, Madrid, 2007
Zavala, Lauro.
Elementos del discurso cinematográfico. Universidad Autónoma Metropolitana, México,
2003.
Zavala, Lauro. La
representación de la violencia en el cine de ficción. Manuscrito no publicado.
Seminario Permanente de Análisis Cinematográfico (Sepancine). 2013
The Postman Always Rings Twice (1946), Tay Garnett, MGM, USA.
[1]
Ibid, pg. 81
[2]
Schrader, Paul, 2004, pg. 126
[3]
Sanamarina, Antonio, 2002, pg.
13
[4]
Lauro Zavala, La representación de la violencia en el cine
de ficción, S/F, S/P
[5]
Ibid.
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